Opinión
Azabache, protector orgánico
Descubra el profundo arraigo del azabache en las tradiciones venezolanas. Explore su origen geológico y las creencias populares sobre su poder protector. Un recorrido por un amuleto esencial.

Por: Jaime Largo.– Venezuela es un país de tradiciones, costumbres, creencias y cultura popular muy arraigadas que han sido transmitidas por generaciones. La cultura venezolana se ha caracterizado por ser una nutrida mezcla de creencias populares, indígenas, africanas y europeas, desde supersticiones —y somos un pueblo muy supersticioso, así muchos lo nieguen— hasta rituales religiosos dentro del catolicismo, religión mayoritaria en nuestro país con una fuerte presencia en la vida cotidiana.
El común de nuestro gentilicio, a través de décadas, ha creído no solo en deidades, sino en cuanta herramienta nos sirva o funcione para mejorar nuestras vidas; y es aquí donde entran los amuletos que se han utilizado para proteger a quienes los usan de energías negativas, males o influencias dañinas, y también se cree que pueden atraer buena suerte y fortuna. A menudo son asociados con protección religiosa o espiritual, actuando como escudos contra lo que se percibe como peligroso o indeseable. Personalmente y no en referencia al tema religioso, soy de los que creen firmemente que nuestra mente es sumamente poderosa, poco comprendida, y a pesar de los estudios científicos conocemos muy poco de ella y sus alcances y potenciales. Afirmo que nuestra fe, bien direccionada y con convicción, puede lograr muchas cosas y, creyendo que estos amuletos nos brindarán energías extra, podemos hacerlo posible.
Nuestra aventura de hoy se basará precisamente en lo que llamamos amuletos y, en especial, conoceremos un poco más acerca del famoso y muy conocido material llamado Azabache. El azabache lo tenemos como una piedra negra, orgánica por su formación natural; es una variedad de otro material llamado lignito y posee un alto grado de contenido de carbono. El azabache se forma a través de los años de madera bajo tierra sometida a altas presiones, lo que lograría su textura y apariencia. Este material es considerado un fósil con data del periodo jurásico y obtenido de esos árboles. No solo lo encontramos de color negro, que es el más conocido; sin embargo, existen de color marrón oscuro.
El azabache es considerado una piedra con enormes propiedades protectoras y se utiliza para absorber y disipar energías negativas. En la cultura popular se cree que protege contra la envidia, la malicia y la mala fortuna, e igualmente asociado con nuestra estabilidad emocional y conexión con la tierra. En forma de protección es una barrera contra las malas energías como el mal de ojo, mala suerte, salud y, en general, contra las energías negativas de otras personas. En lo personal, tuve una experiencia bastante rara con esta piedra; como anécdota les comento que solía usar un collar con un dije en forma de cruz de azabache. Un día, estando en mi hogar, literalmente la piedra, tras un fuerte sonido, estalló frente a mis ojos. Hasta el momento guardo esa experiencia en mis recuerdos y sigo pensando qué podría haber dado paso a esa situación. Es muy común ver a niños recién nacidos con una pulserita en sus manos con esta piedra en forma de puño como protección.
Se dice que algunos amuletos pueden atraer la buena fortuna, el amor, la prosperidad y simbolizan creencias religiosas, espirituales y reafirmante de aspiraciones. Los amuletos naturales pueden ser de gran variedad y de diversos materiales como cristales, plantas como el trébol, rocas, representan símbolos religiosos e incluso pueden ser artificiales y los conocemos como joyas tales como el ojo turco, el ojo de tigre, las amatistas y así muchísimos regalos de la naturaleza.
Sin embargo, de esta extensa gama de amuletos protectores o de la suerte, el más conocido y usado al menos acá en Venezuela es el Azabache, y este puesto ha sido ganado a pulso a través de los años y, como comentamos anteriormente, de generación en generación.
Jaime Largo. Animalista, amante de la naturaleza, senderista, vicepresidente Fundación Colinas de Carrizal.
Correo: jaimel2010@gmail.com @caminandoconjaime2 @jaimelargo2021
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