La Policía Nacional de España desarticuló una red de trata de mujeres que operaba en la isla de Tenerife y liberó a ocho jóvenes colombianas entre 18 y 25 años. El grupo delictivo utilizaba viviendas de alquiler vacacional como prostíbulos clandestinos. En el operativo fueron detenidas nueve personas, todas de nacionalidad venezolana, incluyendo a los cinco líderes del clan familiar responsable.
Las mujeres eran captadas en Colombia con la promesa de ganar dinero en Europa. Al llegar a España, la organización les imponía una deuda de 3.000 euros, obligándolas a prostituirse diariamente, incluso estando enfermas. No podían rechazar servicios ni elegir clientes, y si surgían encuentros fuera de horario, eran forzadas a cumplirlos.
“Las víctimas vivían bajo amenazas constantes, vigiladas y controladas. Algunas terminaron pagando hasta 9.000 euros, el triple de lo pactado”, informó la Policía. Añadieron que se trata de una organización bien estructurada, activa desde hace al menos un año.
La investigación comenzó en 2024, tras la denuncia de una mujer que logró escapar. Según el informe oficial, el grupo financiaba los boletos aéreos, seguros de viaje falsos y reservas de hotel ficticias para simular turismo. Al llegar a Tenerife, las mujeres eran despojadas de todo y encerradas en los pisos donde serían explotadas.
Además del delito de trata, el clan familiar también vendía drogas, alcohol y medicamentos para la disfunción eréctil, generando un circuito ilegal vinculado al consumo sexual.
Las autoridades confirmaron que los detenidos se encuentran en prisión provisional y que la investigación sigue abierta para localizar a más víctimas y posibles cómplices.
Vía EFE