Opinión
El secreto de la longevidad
El sanador energético Lumhaniel explica cómo la energía interna y la mente positiva pueden retrasar el envejecimiento y promover la vitalidad.
Por: Lumhaniel.- A menudo asociamos la juventud y la vitalidad con hábitos saludables como una buena alimentación, suficiente descanso y ejercicio regular. Si bien estas prácticas son fundamentales, existe un plano que trasciende lo físico y que encierra el verdadero secreto de lo que muchos han denominado longevidad: la actitud y el manejo de la energía.
Estos dos factores, a menudo subestimados, tienen el poder de gestar cambios increíbles en nuestro cuerpo, incluyendo la capacidad de ralentizar el envejecimiento.
Renovar y mantener nuestra vitalidad no es un proceso complicado. Se trata de estimular nuestra energía vital, esa fuerza intrínseca que impulsa cada célula de nuestro cuerpo. A través de prácticas sencillas, podemos evitar que esta energía se bloquee, lo que a su vez previene un envejecimiento acelerado del organismo.
Cuando permitimos que nuestra energía fluya libremente, el cuerpo responde de manera óptima, manteniendo su funcionalidad y resiliencia. La vitalidad no es solo ausencia de enfermedad, es la capacidad de cada célula para funcionar con pleno potencial, y esa capacidad está íntimamente ligada a la fluidez de nuestra energía interna.
Más allá de lo puramente físico, nuestra actitud juega un papel crucial en cómo envejecemos y nos sentimos. El pensamiento negativo, las preocupaciones constantes y el pesimismo actúan como un lastre, drenando nuestra energía vital. Por el contrario, adoptar una mentalidad positiva y optimista no es solo una cuestión de bienestar emocional; es una estrategia activa para la longevidad.
Cuando cultivamos pensamientos positivos, no solo mejoramos nuestro estado de ánimo, sino que también influimos directamente en la química de nuestro cuerpo. Las hormonas del estrés disminuyen, la inflamación se reduce y el sistema inmunológico se fortalece. Este cambio de perspectiva es fundamental. No se trata de ignorar los desafíos, sino de elegir cómo reaccionar ante ellos, buscando siempre el aprendizaje y la oportunidad de crecimiento. Una mente optimista es una mente que rejuvenece.
En mi obra de ciencia ficción, «Factor Atemporal», exploro una estrategia clave para ralentizar el deterioro físico y mental: olvidarnos de nuestra edad cronológica. Dicha estrategia se basa en un concepto fundamental: dejar de atribuirle a cada ciclo de nuestra vida las limitaciones que la sociedad nos ha hecho creer.
Un ejemplo claro es la presbicia: la creencia de que a los 40 años nuestra vista debe necesariamente deteriorarse. Si lográramos olvidar la edad que tenemos, es muy probable que dejáramos de experimentar una gran cantidad de achaques que, en muchas ocasiones, vivimos simplemente porque «corresponden» al ciclo vital que supuestamente estamos atravesando.
La clave reside en desafiar las expectativas impuestas y comprender que gran parte de nuestras limitaciones son construcciones mentales. Al liberarnos de estas programaciones, abrimos la puerta a una vida más plena y con menos restricciones autoimpuestas.
¿Estamos realmente limitados por nuestra edad cronológica o por las historias que nos contaron sobre ella? La respuesta a esa pregunta puede ser el primer paso hacia una longevidad verdaderamente atemporal.
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Lumhaniel: Psicoastrólogo, sanador energético integral, psicoterapeuta de familia y pareja, sanador con Archivos Akáshicos, escritor, cineasta, productor de radio y TV.
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