La pasión por el fútbol español perdió a uno de sus símbolos más queridos. Manuel Cáceres, conocido como Manolo, el del bombo, falleció este jueves a los 76 años por complicaciones respiratorias, según confirmó la Federación Española de Fútbol. El emblemático aficionado se encontraba hospitalizado.
Su figura con la camiseta roja y el inseparable bombo fue habitual en las gradas de los estadios más importantes del mundo. Durante décadas, animó sin descanso a la selección española, convirtiéndose en un ícono popular que traspasó fronteras.
“Lamentamos profundamente la muerte de Manolo, un símbolo eterno de nuestra afición. Siempre estarás en nuestros corazones”, expresó la Federación en un comunicado oficial difundido en sus redes sociales.
Un legado de amor por la camiseta
Manolo acompañó a “La Roja” en diez mundiales y ocho Eurocopas, sin faltar jamás a la cita futbolística. Su presencia era sinónimo de aliento y color en cada encuentro, con cánticos y redobles que marcaron a generaciones enteras.
“Manolo era parte de nosotros. Su bombo retumbaba como el corazón de España”, afirmó un exjugador de la selección en declaraciones recogidas por medios locales.
Sus compañeros de tribuna recuerdan cómo el valenciano, nacido en 1948, costeaba de su propio bolsillo viajes y entradas para seguir al equipo nacional, siempre con la firme convicción de que el fútbol era unión y emoción.
Un adiós que deja vacío el estadio
Manolo no fue un hincha común. Su figura se convirtió en un ícono cultural del fútbol español. Apareció en documentales, portadas de diarios y transmisiones internacionales. Su energía y carisma lo transformaron en un símbolo vivo de la identidad nacional.
Con su partida, las gradas pierden una de sus voces más queridas. Pero su legado, lleno de pasión y entrega, seguirá vivo cada vez que suene un bombo alentando a la selección.
Vía Unión Radio
