Por: Lumhaniel.- Durante siglos, la figura de Jesús de Nazaret ha resonado a través de la historia, venerado como profeta, maestro y, para muchos, como el Hijo de Dios. Sin embargo, es crucial discernir entre Jesús, el hombre histórico que caminó por Galilea, y el Cristo, la manifestación de un principio divino y un estado de conciencia elevado accesible para toda la humanidad. Comprender esta distinción nos abre las puertas a la verdadera esencia de sus enseñanzas: el camino hacia la cristificación.
Jesús, el hombre, nació en un contexto histórico y cultural específico. Experimentó la vida en su plenitud, con sus alegrías, desafíos y limitaciones humanas. Sus palabras y acciones, recogidas en los evangelios, nos revelan a un hombre profundamente conectado con lo divino, un predicador apasionado que instaba al amor, la compasión y el perdón. Sus enseñanzas rompieron con las estructuras religiosas de su tiempo, ofreciendo una visión de un Dios cercano y personal, accesible a través de la transformación interior.
No obstante, la trascendencia de Jesús radica en su rol como el Cristo. Esta palabra, de origen griego Christos, significa «ungido» y representa no solo un título mesiánico, sino también un estado de conciencia, una maestría espiritual alcanzada a través de la conexión íntima con la Divinidad. Jesús no solo predicó este estado, sino que lo encarnó plenamente, convirtiéndose en un arquetipo, un modelo a seguir en el sendero de la elevación.
La verdadera promesa de Jesús no reside en una segunda venida física de su persona terrenal, sino en la comprensión y la realización de la cristificación dentro de cada individuo. Este proceso evolutivo implica un despertar de la conciencia, un desarrollo profundo del alma que nos lleva a trascender las limitaciones del ego y a sintonizar con la frecuencia del amor incondicional.
Alcanzar la cristificación significa adentrarnos en la «magia» inherente al dominio de nuestro ser interior. En primer lugar, implica cultivar el amor verdadero, una fuerza transformadora que irradia desde el corazón y se extiende hacia todos los seres. Este amor es la base para el desarrollo del alma, un proceso continuo de aprendizaje, crecimiento y expansión de nuestra capacidad de sentir, comprender y conectar.
A medida que avanzamos en este camino, nos volvemos receptivos a la supraconciencia, ese estado ideal de conexión intuitiva con la sabiduría universal. Esta conexión nos otorga acceso a una «magia» aún mayor: el dominio del subconsciente. Al comprender y transformar las creencias y patrones arraigados en lo profundo de nuestra mente, podemos influir directamente en nuestra realidad material.
En consecuencia, el dominio del mundo material no es un acto de control externo, sino una manifestación natural de la armonía interior alcanzada a través de la cristificación. Al alinear nuestra conciencia con los principios divinos de amor, verdad y unidad, nos convertimos en cocreadores conscientes de nuestra experiencia, manifestando una realidad en sintonía con nuestro estado de elevación.
En lugar de esperar un retorno físico de Jesús, la invitación es a despertar el Cristo interior que reside en cada uno de nosotros. El legado de Jesús es un llamado a la acción, a emprender el viaje hacia la maestría espiritual, a abrazar el amor como la fuerza guía y a desarrollar la conciencia plena que nos permite acceder a la «magia» de la transformación personal y, por ende, de nuestro mundo. La verdadera segunda venida es el florecimiento de la conciencia crística en la humanidad.
Los invito a participar en el próximo taller que estaré dictando el domingo 1 de junio: «El Triángulo Sagrado», una herramienta infalible que te ayudará a concretar tus más puros anhelos, así como también a resolver circunstancias complejas. No te lo pierdas; reserva tu cupo por mi WhatsApp: 0412 610 62 85.
Escríbeme al DM de mi Instagram o a mi WhatsApp para obtener información sobre nuestras formaciones.
Lumhaniel: Psicoastrólogo, Sanador energético integral, Psicoterapeuta de familia y pareja, Sanador con Archivos Akáshicos, escritor, cineasta, productor de radio y TV.
