La Cámara Venezolana de la Industria del Vestido (CADEVI) reporta una disminución de entre un 70 y 75% en la producción de ropa nacional. Roberto Rimeris, presidente de la entidad, afirmó que este descenso ha resultado en un aumento considerable de las ventas de ropa importada, afectando gravemente el mercado local.
El Precio del Bolívar y la Invasión de Importaciones
En una reciente entrevista en el programa 2+2 de Unión Radio, Rimeris explicó que la crisis económica ha afectado fuertemente la industria del vestido. «Si hacemos una observación del mercado, vemos que hay una mayoría de ropa importada», dijo, destacando que los consumidores prefieren productos extranjeros debido a los altos costos de la producción nacional. El presidente de CADEVI subrayó que este fenómeno se ha intensificado por el desajuste del bolívar, que se encuentra sobrevaluado.
El sobrecosto del bolívar ha generado un desajuste con respecto a la devaluación del dólar, lo que ha impulsado la importación de productos más baratos. Según Rimeris, la estrategia de anclar el bolívar para detener la inflación ha tenido efectos negativos. «Eso hace que la inflación interna sea más alta que la devaluación», explicó, resaltando que la moneda nacional pierde valor frente al dólar, lo que favorece la compra de divisas.
La Confianza como Clave para la Supervivencia
El panorama empeora por la falta de acceso a créditos bancarios, algo que limita aún más las posibilidades de recuperación del sector. «El encaje legal es muy alto y los bancos no tienen suficiente reciprocidad para prestar», afirmó Rimeris. Esta situación dificulta el financiamiento para los productores nacionales, quienes se ven obligados a depender de importaciones.
Rimeris también señaló que el financiamiento privado podría ser una solución para el sector, aunque aclaró que esto dependería de la confianza política y económica en el país, algo que aún no se ha logrado. «Pudiera existir el financiamiento privado, pero para eso tiene que haber una condición de confianza y certeza política en el país que todavía no existe», concluyó.
La industria del vestido en Venezuela enfrenta una serie de desafíos estructurales que han llevado a una crisis prolongada. La falta de materias primas, los altos costos de producción y la escasez de recursos financieros han obligado a muchos fabricantes a reducir su capacidad productiva, lo que ha derivado en una mayor dependencia de productos importados.
El futuro de la industria nacional del vestido depende de un cambio estructural en las políticas económicas y financieras del país. Sin una intervención que estabilice el bolívar y garantice el acceso a crédito, las perspectivas para el sector siguen siendo inciertas.
Vía Unión Radio
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