Economía
Conflicto Israel-Hamás impacta en los mercados globales y precios del petróleo
El aumento del precio del petróleo y la búsqueda de activos seguros marcan la respuesta de los mercados ante el conflicto en Oriente Próximo.
El conflicto entre Israel y el grupo palestino Hamás tiene un impacto evidente en los mercados globales. El precio del petróleo se eleva, las bolsas retroceden y se refugian en activos considerados seguros como el dólar, el oro y la deuda de países solventes. Los analistas señalan que, aunque hay preocupación, los efectos son moderados.
El Brent, el crudo de referencia en Europa, sube un 3,6 % y se acerca a los 88 dólares por barril, mientras que el West Texas Intermediate (WTI), referente en EE.UU., lo hace en un 3,8 %, alcanzando los 86 dólares.
En el mercado europeo de gas natural, el TTF de los Países Bajos experimenta un incremento del 18 % y supera los 43 euros por megavatio hora, influenciado también por una posible fuga en un gasoducto que conecta Finlandia y Estonia.
El alza del petróleo y la inestabilidad en Oriente Próximo penalizan a las bolsas europeas, con retrocesos en el IBEX 35, Fráncfort, París y Milán, aunque Londres muestra un ligero aumento.
El conflicto motiva a los inversores a refugiarse en activos seguros. Los bonos soberanos aumentan su demanda, reduciendo las rentabilidades. El bono alemán, considerado el más seguro, tiene una rentabilidad del 2,8 %, mientras que la deuda de Francia también muestra una tendencia similar. En contraste, el bono español a diez años sube al 4,02 %.
En el mercado de divisas, el dólar estadounidense se fortalece frente al euro, la libra y el yen. El euro cae un 0,5 %, cotizándose a 1,053 dólares.
El precio del oro aumenta aproximadamente un 1 %, superando los 1.863 dólares por onza.
Los analistas destacan que, aunque hay preocupación, la respuesta de los mercados es moderada debido a que los países involucrados en el conflicto tienen un impacto limitado en la escena económica global. La principal amenaza sería una guerra entre Irán e Israel, ya que Irán es uno de los principales productores de petróleo y gas del mundo.
Empresas energéticas como Repsol y de defensa como Indra se benefician de la tensión en Oriente Próximo, mientras que las compañías ligadas al turismo, como IAG, y la banca sufren pérdidas.
EFE