Opinión
Ocumare de la Costa, paraíso perdido
Ocumare de la Costa no es solo playa. Su historia colonial, su cacao reconocido mundialmente y su riqueza natural lo convierten en un tesoro por descubrir.
Por: Jaime Largo.– En nuestra aventura de hoy, conoceremos acerca de un lugar que muchas personas no han visitado y del que la mayoría solo conoce por su nombre. Sin embargo, este paraíso costero engloba algunas de las más icónicas playas de nuestra geografía. Se trata de un maravilloso lugar ubicado en el extremo norte del privilegiado estado Aragua y enclavado en nuestras hermosas costas en la faja litoral del Parque Henry Pittier.
Pocos conocemos el significado y la procedencia del nombre de esta región y, en lo personal, no tenía idea de que Ocumare es un cacao antiguo, de la costa venezolana, cultivado en la hacienda conocida como Las Bromelias. Dicha hacienda es una plantación donde se almacenan los Ocumare 60, 61, 67, variedades de cacao que le dan a este chocolate una suavidad y aromas delicados y persistentes. Esta joya natural es considerada un «Grand cru» por sus características únicas y limitada producción, la cual alcanza escasamente un aproximado de 5 toneladas anuales de habas criollas y trinitario acriollado.
Esta población posee una nutrida historia remontada a la época colonial. Fue colonizada como encomienda a mediados del siglo XVII, perteneciendo al capitán Lorenzo Martínez Madrid, y fue habitada por indígenas liderados por el cacique Barriga, cuya fuente de trabajo y economía giraba alrededor de la producción de cacao. Por otra parte, Ocumare sirvió de locación de importantes momentos históricos donde casi desembarcaría el prócer Francisco de Miranda, bandera en mano, y más tarde esta misma se convertiría en símbolo nacional. Ocumare de la Costa logró su autonomía municipal en 1999.
La economía de esta zona se basa mayormente en actividades agropecuarias, siendo, como ya comentamos, una tierra bendecida por la producción del mejor cacao y ser el mayor productor de Aragua. También se basa en la pesca, ya que es una costa rica en vida submarina. Es una actividad esencial en la economía local y sustento de su población, donde encontramos una inmensa gama de especies como corvinas, brótolas, pejerreyes, camarones y más. La pesca en esta región es básicamente artesanal y se realiza tanto en la costa como mar adentro, en lugares cercanos a la isla Guabina. Varias especies de peces de agua dulce y salada prosperan en el ecosistema de la Ciénaga, incluyendo especies de interés comercial y ecológico.
Esta isla se encuentra ubicada en la Ciénaga de Ocumare, lugar de ensueño, la cual es un humedal costero ubicado en el extremo oeste, antes de llegar a Turiamo. Dicha ubicación geográfica la convierte en un ecosistema sumamente relevante por su biodiversidad, y su importancia es crucial para la conservación de especies y el mantenimiento del equilibrio ecológico costero, donde los pescadores de Ocumare de la Costa suelen realizar su actividad artesanal.
La Ciénaga posee una belleza particular y única, con aguas cristalinas como el aire, de un azul tan delicado, solo digno de una creación divina. Su fauna es rica en aves como las garzas, flamencos, pelícanos y cormoranes, entre otras. También goza de gran variedad de reptiles como caimanes, tortugas acuáticas; mamíferos como jaguares, zorros y roedores. La región es rica en invertebrados como moluscos y crustáceos, los cuales son parte de la exquisita cultura culinaria de la zona.
Otra de las cosas en las que muchos no nos imaginamos es que lugares tan especiales y visitados por miles de turistas locales y foráneos como las hermosas playas de Cata, Catica, Cuyagua y Patanemo, pertenecen a Ocumare de la Costa, y por alguna razón algunos no las asociamos como un todo y vemos a Ocumare de la Costa como un lugar apartado.
Siempre insistiré y mantendré la firme convicción de que nacimos en el lugar más bello y diverso de este planeta azul, porque Venezuela sencillamente tiene de todo para disfrutar, cuidar y querer.
Jaime Largo. Animalista, amante de la naturaleza, senderista, vicepresidente Fundación Colinas de Carrizal.
Correo: jaimel2010@gmail.com @caminandoconjaime2 @jaimelargo2021

La Ciénaga: humedal de ensueño y santuario natural
