Preparativos para verter agua contaminada de radiación en Fukushima: avance clave en el desmantelamiento de la central nuclear

La central nuclear de Fukushima Daiichi está ultimando los preparativos para verter al océano toneladas de agua contaminada y tratada de radiación este verano. Este paso es crucial en el largo proceso de desmantelamiento de la planta, escenario del desastre atómico de 2011.

Las autoridades japonesas aseguran que el agua residual de la central ha sido tratada para eliminar la mayor parte de los materiales radiactivos antes de ser descargada al océano. Sin embargo, enfrentan críticas de comunidades locales y países vecinos.

Los avances en la limpieza, desmantelamiento y construcción de nuevas instalaciones en Fukushima Daiichi han sido visibles en los últimos años. Aunque aún existen desafíos técnicos debido a la radiactividad y baja visibilidad en el interior de los reactores dañados.

La novedad más destacada es la instalación del Sistema Avanzado de Procesamiento de Líquidos (ALPS) y un circuito de bombeo y almacenamiento para tratar y verter el agua de la central al mar. TEPCO, la compañía operadora de la planta, verifica la eficacia del sistema para filtrar elementos radiactivos y completa la instalación de dispositivos de testeo del agua y la red de tuberías.

El sistema ALPS puede eliminar todos los materiales radiactivos del agua residual, excepto el tritio. El agua depurada será mezclada con agua marina para reducir aún más la concentración de tritio antes de su vertido. Las autoridades japonesas aseguran que la concentración será mucho más baja que los límites establecidos para el agua potable.

Se espera que el sistema esté operativo a finales de mes, una vez que la Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) dé su aprobación final. TEPCO planea verter el agua tratada al Pacífico en un proceso que podría durar hasta el final del desmantelamiento de la planta, estimado entre 2040 y 2050.

A pesar de las garantías, las cooperativas de pescadores de Fukushima se oponen firmemente al vertido, temiendo el impacto en la reputación de los productos locales. China, Corea del Sur, el Foro de Países del Pacífico, Greenpeace y algunos científicos internacionales también han expresado preocupación por motivos sanitarios y medioambientales.

EFE