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Día histórico en Windsor: Los Príncipes de Gales reciben a Donald y Melania Trump con ceremonia inédita
Kate Middleton y el Príncipe Guillermo encabezaron la primera recepción oficial a Donald y Melania Trump en el Castillo de Windsor, con actos nunca antes vistos.
Reino Unido y Estados Unidos refuerzan su alianza en un encuentro cargado de simbolismo en el Castillo de Windsor
El Castillo de Windsor fue escenario de una jornada diplomática sin precedentes. Los Príncipes de Gales recibieron este martes a Donald Trump, presidente de Estados Unidos, y a la primera dama Melania Trump, con una ceremonia que incluyó procesión en carruaje, triple guardia de honor y un evento nocturno sin antecedentes en la historia reciente.
En su papel de futuros monarcas, Kate Middleton y el Príncipe Guillermo fueron los encargados de la primera toma de contacto con la pareja presidencial estadounidense. Posteriormente, acompañaron a Donald y Melania Trump hasta el encuentro privado con el rey Carlos III y la reina Camilla, reforzando el simbolismo de la relación bilateral.
El despliegue combinó tradición y modernidad. El carruaje real recorrió los jardines del castillo mientras las tropas de la Guardia Real realizaban el saludo oficial. En la noche, se ofreció un banquete de gala con invitados de alto nivel político y cultural, un gesto considerado excepcional incluso para las visitas de Estado.
“Este es un momento clave para reafirmar la relación histórica entre nuestros países”, declaró un portavoz de la Casa Real británica. “El formato de la ceremonia responde a la importancia estratégica de este vínculo”.
El Castillo de Windsor, residencia real con más de 900 años de historia, ha sido testigo de encuentros diplomáticos de alto nivel, aunque pocas veces con tanto despliegue ceremonial. La visita de Donald y Melania Trump ocurre en un momento de renovadas negociaciones bilaterales en materia comercial y de seguridad, tras los acuerdos anunciados en 2024.
El evento marcó un hito en la diplomacia entre Reino Unido y Estados Unidos. La combinación de tradición, protocolo y apertura simbólica refleja el papel que ambas naciones desean proyectar en el escenario internacional.
