Medicina y salud
PALABRAS SIMPLES/Ortodoncia emocional, cuando el alineamiento va más allá de los dientes
La ortodoncia emocional combina técnica y acompañamiento para mejorar la autoestima, la expresión facial y el bienestar emocional de los pacientes.
Por: *Nilsen Lares Villarreal. – Ejerzo mi especialidad con amor, conocimientos y, sobre todo, con vocación y profesionalismo, siempre poniéndome en el lugar de mis pacientes.
Desde hace más de una década, ejerzo la Ortodoncia y la Ortopedia Funcional de los Maxilares como una práctica que va mucho más allá del diagnóstico cefalométrico o del diseño de aparatología. Para mí, cada tratamiento es una conversación silenciosa entre el hueso, los músculos, los dientes y los resultados, una forma de acompañar al paciente en el reencuentro con su rostro, su voz y su historia.
He aprendido que la mordida no solo revela patrones funcionales, sino también silencios emocionales, que una sonrisa retraída puede esconder años de inseguridad, y que, al liberar el espacio bucal, también se libera algo más profundo: la posibilidad de decir, de mostrarse, de ocupar el lugar que antes se evitaba.
La ortodoncia emocional no es una técnica, es pasión, vocación, profesionalismo y ética… Es preguntarse: ¿qué tipo de rostro elige habitar esta persona? ¿Qué historia quiere contar con su sonrisa?
Un estudio publicado por The American Journal of Orthodontics and Dentofacial Orthopedics, respaldado por la American Association of Orthodontists y reconocido por la World Federation of Orthodontists, afirma que:
“El tratamiento de ortodoncia se ha asociado con mejoras en la autoestima, especialmente en adolescentes, donde la apariencia facial juega un papel crucial en el desarrollo social.”
“Los beneficios psicológicos de la ortodoncia pueden ir más allá de la estética, influyendo en el bienestar emocional y la confianza interpersonal.”
Esta evidencia clínica confirma lo que, como especialista, ya tengo años incluyendo en mi práctica: el abordaje emocional como parte inseparable del tratamiento ortodóntico, no se trata solo de estética, sino de devolverle al paciente la posibilidad de sonreír sin pedir permiso.
Otro estudio, citado en investigaciones respaldadas por la World Federation of Orthodontists y publicado en Elsevier, señala:
“La apariencia facial desempeña un papel importante en la percepción del atractivo visual y, dentro del ámbito social, influye en la integración de la persona en el medio en que se desarrolla.”
“Cualquier tratamiento en ortodoncia debe tener como propósito lograr beneficios funcionales y estéticos relevantes para el paciente, además de lograr un impacto positivo en su calidad de vida.”
Desde mi práctica clínica, he visto cómo muchos pacientes que no podían —o no querían— cerrar su boca lo habían aprendido como defensa. Miedo, vergüenza, rechazo: todo eso se alojaba en la forma en que se miraban en el espejo y, al corregir su sonrisa, algo más se corrigió: su postura, su forma de mirarse, su voz, su enfoque ante la vida. Con una sonrisa segura, volvieron a ocupar su lugar en el mundo.
No trabajo solo con dientes, trabajo con decisiones, memorias, historias que buscan reconciliarse con su propia imagen. Porque cada sonrisa restaurada es también una narrativa que vuelve a ocupar su lugar en el mundo.
*Por: Nilsen Lares
Odontóloga. Especialista en Ortodoncia y Ortopedia Funcional de los Maxilares
Locutora UCV 62.144
Autora y escritora de obras sobre transformación femenina. Doctoranda en Ciencias Administrativas.
