Por: Lumhaniel.- Vivimos en un campo unificado en donde todo se relaciona; es decir la energía que emanamos, no solo lo seres humanos, sino absolutamente todo; hasta la mínima partícula, interactúa y genera efectos de diferentes índoles. Nos programaron para creer que hay un poder fuera de nosotros que determina los acontecimientos que vivimos.
Se ha tejido un velo sobre la verdad de quiénes somos; y rasgar ese velo, no siempre resulta fácil. No obstante, en la medida que se va produciendo el despertar, la idea de que la divinidad es algo lejano e inalcanzable, se va disipando hasta desaparecer.
Nos inculcaron que el poder está fuera de nosotros y por lo tanto pasamos buena parte de nuestra vida esperando que la ayuda venga del exterior, para guiar nuestro camino.
El universo es un campo vibrante de posibilidades infinitas. Los pensamientos que tenemos y las emociones que sentimos hacen eco en ese campo, produciendo una respuesta inmediata; de ahí la importancia de manejar adecuadamente las emociones y depurar los pensamientos.
La divinidad no está separada de nosotros; es la fuerza que vibra en nuestro interior; la que materializa lo que las emociones producen y el pensamiento procesa. Definitivamente somos seres divinos y como tales, manejamos la magia de la creación. Pero cuidado con lo que creamos, porque las emociones descontroladas en combinación con el pensamiento inadecuado es lo que trae al mundo material lo que no queremos.
Debemos hacer consciencia que nuestros pensamientos y palabras se convierten en decretos de estricto cumplimiento. Por eso es tan importante alinear, emoción, pensamiento y acción; una combinación que sin duda nos irá haciendo efectivos en la consolidación de lo que aspiramos.
Somos seres integrales; somos completos. No necesitamos ningún complemento, pero para que esta integralidad funcione, requerimos aquietar nuestra mente mediante el silencio. El silencio no es vacío; es plenitud, es el espacio en donde encontramos claridad y en donde aflora la sabiduría, la paz y por lo tanto, nos da la oportunidad de reinsertarnos en la sinfonía cósmica en donde todo es posible.
Las emociones y los pensamientos son las herramientas con las que moldeamos nuestra realidad, por lo tanto el poder que transforma nuestras vidas no viene de afuera; siempre ha estado en nuestro interior.
Cuando despertamos y hacemos consciencia que somos “seres divinos”, comenzamos a vivir desde esa perspectiva, asumiendo nuestra responsabilidad como creadores.
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Lumhaniel: Psicoastrólogo, Sanador energético integral, Psicoterapeuta de familia y pareja, Sanador con Archivos Akáshicos, escritor, cineasta, productor de radio y TV.
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