«Resaca y Ansiedad: El lado oscuro de esta bebida

La combinación de alcohol, sulfitos y azúcar en el vino blanco puede provocar un malestar significativo al día siguiente.

El vino blanco, conocido por su sabor afrutado y su popularidad en cenas y celebraciones, puede tener un costo oculto: resaca y ansiedad. La combinación de su graduación alcohólica, que oscila entre el 10% y el 13%, junto con sulfitos y un alto contenido de azúcar, crea un cóctel que puede resultar problemático.

Síntomas de ‘hangxiety’: una advertencia científica

Investigaciones recientes destacan cómo el vino blanco puede provocar hangxiety, un término que fusiona la resaca y la ansiedad. Esta condición afecta frecuentemente a las mujeres, quienes son más susceptibles a los efectos del alcohol. Aunque en el momento puede parecer que mejora el estado de ánimo —incrementando los niveles de serotonina y dopamina—, al día siguiente puede provocar síntomas como dolores de cabeza, náuseas y sentimientos de culpa.

Nick Davies, un psicoterapeuta británico, explica que el alcohol suprime la autocrítica, dificultando la capacidad de las personas para evaluar su comportamiento. “Cuanto más fuerte es el alcohol, más intensa es esta supresión, lo que puede dar lugar a comportamientos que resultan embarazosos al recuperar la sobriedad”, advierte.

Factores que agravan el malestar

Las diferencias en la graduación alcohólica son significativas. El vino blanco suele tener un porcentaje de alcohol más alto en comparación con bebidas como la cerveza, que se sitúa entre el 3% y el 7%. Adicionalmente, el contenido de azúcar en el vino blanco es notablemente mayor que en el tinto, lo que contribuye al malestar que muchos sufren al día siguiente.

Recomendaciones para mitigar los efectos

Karen Tyrell, directora ejecutiva de Drink Aware, sugiere varios métodos para aliviar los síntomas de la ‘hangxiety’. Entre ellos se encuentran la hidratación, el consumo de paracetamol y el descanso, prioritizando la mitigación de los síntomas físicos de la resaca.

La próxima vez que consideres una copa de vino blanco, ten presente no solo los placeres inmediatos de esta bebida, sino también sus efectos secundarios. La moderación y el conocimiento de sus potenciales consecuencias son clave para evitar una mañana de remordimientos y malestar. Si bien disfrutar de una copa es parte de la celebración, es fundamental hacerlo con conciencia.