EN POSITIVO
José Antonio Abreu: el visionario que transformó millones de vidas con El Sistema de Orquestas
El economista y músico venezolano fundó el programa musical más exitoso del mundo, su legado inspira a más de 70 países y forma ciudadanos a través del arte.
Especial. – ✍️ Daxy Oropeza | Cuando todo comenzó, los coordinadores, llegaban a los colegios, centros de protección y liceos públicos con la novedosa propuesta, preguntaban a los niños y jóvenes si les gustaría formar parte de una orquesta, quienes, con la curiosidad a flor de piel, fueron eligiendo el instrumento que más les llamaba la atención… Allí comenzó la magia que cambiaría miles de vidas.
A los interesados les prestaban instrumentos, muchos de los cuales nunca habían visto —un corno, una flauta dulce o un violín—. El maestro José Antonio Abreu redefinió la educación musical en Venezuela cuando, en 1975, fundó el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles, un proyecto que transformó la vida de miles de niños y jóvenes, por lo que se convirtió en un modelo global de educación musical y desarrollo social.
De economista a líder cultural
Nacido en Monte Carmelo, estado Trujillo, Abreu estudió música en Barquisimeto con Doralisa Jiménez de Medina y se graduó como economista en la Universidad Católica Andrés Bello. En 1963 fue electo diputado al Congreso Nacional, pero su verdadera pasión era la transformación social mediante la música.
«Tu espíritu sigue vivo en cada nota que tocamos», escribió Gustavo Dudamel recordando a su maestro tras su fallecimiento en 2018.
El nacimiento de un movimiento mundial
El camino no fue fácil, Abreu enfrentó la incredulidad inicial, tocó innumerables puertas y financió parte de los primeros ensayos con su propio dinero. Su visión era clara: democratizar la música clásica, llevándola a los sectores populares de Venezuela. Violines, flautas, violonchelos, tubas y trombones llegaron a manos de jóvenes, quienes encontraron en la música una oportunidad de vida.
«La educación y la cultura son campos inviolables de la vida de un país», afirmó Abreu en entrevista con UNICEF, defendiendo la planificación a largo plazo en estas áreas.
Reconocimiento internacional y expansión global
El Sistema ha recibido reconocimiento internacional, incluido el Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 2008. Abreu fue Embajador Especial de la UNESCO y recibió el Premio Polar de Música, además de múltiples doctorados honoris causa. Más de 70 países han replicado su modelo educativo, incluyendo Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y Japón.
Sir Simon Rattle, director de la Filarmónica de Berlín, destacó: «Trabajar con estos jóvenes músicos es un privilegio».
Un legado que trasciende fronteras
Convencido del poder transformador del arte, Abreu concibió la música como un instrumento de desarrollo humano integral, la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, fundada en 1979, refleja su visión pedagógica y artística, su objetivo no era solo formar músicos, sino ciudadanos íntegros, disciplinados y solidarios.
Un ejemplo reciente de la trascendencia del Sistema, fue la presentación de Coldplay junto a la Orquesta Simón Bolívar bajo la batuta de Gustavo Dudamel, demostrando cómo el arte puede trascender géneros y conmover estadios. Hoy, El Sistema sigue expandiéndose y recordando que lo que parecía imposible puede convertirse en una realidad transformadora.
“La educación, como síntesis del saber y del conocimiento, es la vía para lograr una sociedad más perfecta, más consciente, más noble, más justa”. José Antonio Abreu Anselmi, al recibir el Premio TED / febrero 2009 / California / USA.
El Sistema: una formación integral y progresiva
En la actualidad en Venezuela la ruta académica de El Sistema está diseñada como un proceso pedagógico lineal que guía a los niños y jóvenes desde su iniciación musical hasta la profesionalización.
Este trayecto se desarrolla en espacios clave: los 443 núcleos que garantizan inclusión y formación inicial; los 46 centros académicos regionales, donde se consolidan procesos intermedios y proyectos pilotos; los conservatorios, con sede principal en Caracas y 18 extensiones en todo el país, que vinculan docencia, investigación y extensión; y las agrupaciones regionales y profesionales, que permiten a los estudiantes crecer técnica y artísticamente en escenarios nacionales e internacionales.
A ello se suman más de 3.700 agrupaciones musicales de distintos géneros, 12 programas académicos, 19 escuelas de música, un conservatorio con sus extensiones y 14 centros de lutería. Con este entramado, El Sistema no solo forma músicos, sino ciudadanos, apoyándose en innovaciones como una plataforma web interactiva y en instancias como el Centro de Investigación y Documentación (CIDES), que impulsa estudios científicos y culturales sobre su modelo pedagógico.
Abreu no solo enseñó notas y partituras, enseñó que la música podía salvar a un niño de la pobreza, de la violencia, del olvido. Que un violín podía convertirse en un pasaporte a la dignidad.
Hoy, cada acorde que vibra en El Sistema es un recordatorio: el arte puede cambiar destinos, y los sueños imposibles sí pueden transformar al mundo.
¿Y tú? ¿Qué instrumento de cambio llevas en tus manos?
Basado en datos de El Sistema y la UNESCO.
✍️ Daxy Oropeza | @daxyoropeza
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