Opinión
Una herramienta para la evolución personal
El viaje astral, más allá de lo místico, se consolida como una práctica de autoconocimiento y orientación personal. Expertos destacan su valor para la toma de decisiones conscientes.
Por: Lumhaniel.- El concepto de viajar en cuerpo astral, a menudo asociado con lo místico y esotérico, va mucho más allá de ser una simple aventura fuera del cuerpo. Desde una perspectiva más pragmática, el viaje astral puede convertirse en una poderosa herramienta para el crecimiento personal, ofreciéndonos una vía para recibir orientación y comprender mejor nuestro camino en la vida. Lejos de ser una fantasía, con la práctica adecuada, este proceso puede volverse una habilidad simple y accesible para cualquiera.
¿Qué es el viaje astral?
El viaje astral, o desdoblamiento astral, es la experiencia de separar la conciencia del cuerpo físico y proyectarla a través del llamado cuerpo astral. Este «doble» energético es el vehículo que transporta nuestra conciencia a otras dimensiones o planos de existencia. La clave no reside en la lejanía del viaje, sino en la perspectiva que nos ofrece. Desde esta nueva posición, podemos observar nuestra vida y las situaciones que la componen con una claridad que, a menudo, nos es inaccesible cuando estamos inmersos en el día a día.
Un proceso de orientación y autoconocimiento
El verdadero valor del viaje astral radica en su capacidad para actuar como un canal de información. Al proyectar nuestra conciencia, podemos recibir orientación intuitiva sobre eventos futuros o decisiones importantes que debemos tomar. No se trata de una visión mágica del futuro, sino de una conexión más profunda con nuestra propia sabiduría interior y con el flujo de energía que nos rodea. Es como si pudiéramos leer un mapa de nuestra vida con símbolos que solo nuestra conciencia puede descifrar, permitiéndonos anticipar y prepararnos para los desafíos u oportunidades que se avecinan.
De la teoría a la práctica
Aunque la idea de dejar el cuerpo pueda sonar intimidante o compleja, la realidad es que el viaje astral puede convertirse en una práctica simple y natural con la dedicación adecuada. La clave está en la relajación profunda y la meditación. Al calmar la mente y liberar la tensión del cuerpo, creamos las condiciones óptimas para que nuestra conciencia se expanda.
La práctica regular de ejercicios de visualización y técnicas de respiración ayuda a familiarizarnos con la sensación de ligereza y desapego del cuerpo físico. Con el tiempo, esta práctica se vuelve tan natural como cualquier otra forma de meditación, permitiendo que la proyección astral ocurra de manera espontánea y consciente.
El viaje como proceso evolutivo
En última instancia, el viaje astral es un catalizador para nuestro proceso evolutivo personal. Al darnos la oportunidad de ver nuestra vida desde una perspectiva más elevada, nos empodera para tomar decisiones más conscientes y alineadas con nuestro propósito. Nos enseña a confiar en nuestra intuición y a reconocer la conexión que existe entre nuestro ser físico y nuestro ser espiritual. Es una aventura que nos lleva no a un lugar distante, sino a una comprensión más profunda de quiénes somos y del camino que estamos recorriendo.
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Lumhaniel: Psicoastrólogo, sanador energético integral, psicoterapeuta de familia y pareja, sanador con Archivos Akáshicos, escritor, cineasta, productor de radio y TV.
