La devaluación afecta directamente el poder adquisitivo, encarece los productos importados y genera inflación, aunque también puede impulsar exportaciones y turismo.
La inflación erosiona el salario, encarece los productos básicos y se convierte en un impuesto oculto que afecta de manera persistente a las familias.
Pedro Quintana, experto en desarrollo organizacional, destaca que los ingresos de los hogares han aumentado, reflejándose en un mayor gasto en proteínas y otros bienes esenciales.
El especialista en finanzas advirtió que el poder adquisitivo de los trabajadores sigue disminuyendo debido a la inflación y la volatilidad cambiaria.