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GRANDES REPORTAJES

Saltos de La Llovizna

Un recorrido de 13 kilómetros revela la riqueza natural de los Altos Mirandinos, entre pozos cristalinos, mariposas azules y la fuerza de una cascada que deslumbra a todo visitante.

Gente de Hoy

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Cascada principal de los Saltos de La Llovizna, en Guaicaipuro, un destino natural que deslumbra por su belleza y energía vital.

Por: Jaime Largo. – Nunca me cansaré de resaltar las bellezas que tiene nuestro país. Definitivamente, en cada rincón de esta tierra de gracia podemos encontrar lugares que nos dejarán, textualmente, con la boca abierta. Esto es justamente lo que me sucedió este domingo 5 de octubre, gracias a la invitación de un buen amigo que me invitó a participar de un paseo sencillamente increíble.

Gracias a este paseo los puedo invitar a vivir esta nueva aventura que tiene por locación mis bellos Altos Mirandinos. Nuestro recorrido de hoy comenzará en el municipio Guaicaipuro, lugar de destino con un pequeño grupo de personas que no conocía y que resultaron realmente geniales compañeros de senderismo hacia los saltos de La Llovizna.

Temprano en la mañana nos encontramos en la parada de autobuses que nos llevarían hasta el pueblo de San Pedro. Una vez en el lugar, el paseo comenzó caminando a través de unas hermosísimas siembras donde destacaba el berro, debido a la gran cantidad de agua que hay en el lugar y que, por supuesto, los lugareños utilizan para poder producir este delicioso, nutritivo y sano vegetal. Pudimos apreciar las pequeñas lagunas conectadas por un acueducto que me recordaron algunos que he visto en ciudades antiguas y que están conectadas entre sí para lograr el lugar ideal para su desarrollo. Igualmente, encontramos variedad de flores y hermosas chayotas que crecen a sus anchas en estos terrenos prósperos y ricos, cultivados por esta gente trabajadora.

Una vez culminada la vialidad, nuestro camino se transformó en una senda acuática con infinidad de pozos alimentados por caudales de agua infinita que nos acompañaron con su sonido, como música dentro de toda esta naturaleza verde y llena de una vegetación exótica, abundante y cerrada. Definitivamente tienes que ir con la ropa adecuada, lo que incluye unos zapatos que puedas mojar, ya que el 98% del trayecto se realiza por el mismo río, donde caminas sorteando las piedras y notando toda la belleza que encierran estos espacios naturales.

La emoción no se hizo esperar cuando íbamos descubriendo, a nuestro paso, distintas cascadas de menor tamaño, las cuales íbamos sorteando en las riberas de los mismos, dando paso a descubrir árboles gigantes y centenarios como el bucare, plantas trepadoras, flores hermosas que nacen en cualquier esquina y que son refugio de toda esa fauna increíble como los insectos. Lo que más me maravilló de esta ruta fue el acompañamiento constante de las inigualables mariposas Helenor kramer que, para conocimiento de ustedes, es la mariposa nacional. Volando a nuestro alrededor como son ellas, curiosas y buenas anfitrionas, deslumbraban con su azul intenso y vuelo revoltoso, guiándonos en el camino como ángeles guardianes de su hogar.

La caminata tiene un nivel de dificultad moderado y se debe tener cierta capacidad de entrenamiento, aunque no profesional, para llegar hasta las majestuosas cascadas que, como por arte de magia, aparecen de la nada frente a nuestros ojos: imponentes, bulliciosas, emergiendo desde lo alto de una fortaleza de piedra como gigantes a la entrada del castillo. Es realmente impresionante tanta belleza que, por un momento, es imposible que nuestros rostros no se iluminen ante la magnitud del caudal que baja del cielo formando velos de rocío en todo su paso. Sus aguas claras y gélidas impactan de primer momento al adentrarse; sin embargo, una vez que estás ahí, hasta el frío desaparece para sumergirte y sentir que tu cuerpo realmente cobra vida, se energiza con tanta naturaleza envolvente y mágica.

Por esta caminata de casi 13 kilómetros, sus vistas, sus aguas cristalinas, la excelente compañía y ese rato de complicidad ante la magia del recorrido es que siempre diré que soy el más enamorado de mi tierra hermosa, Venezuela.

Los Saltos de La Llovizna forman parte del sistema hidrográfico que recorre las montañas del municipio Guaicaipuro

Los Saltos de La Llovizna forman parte del sistema hidrográfico que recorre las montañas del municipio Guaicaipuro*Jaime Largo. Animalista, amante de la naturaleza, senderista, vicepresidente Fundación Colinas de Carrizal.

Correo: jaimel2010@gmail.com @caminandoconjaime2 @jaimelargo2021

Pozo de los Pájaros

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