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Google Maps activa su modo oculto para ahorrar gasolina: así puedes configurarlo en tu móvil
Google Maps esconde un ajuste poco conocido que adapta las rutas al tipo de motor y reduce el consumo de combustible. Si eliges bien esta opción, puedes ahorrar hasta un 20% en gasolina o energía en cada trayecto, según pruebas comparativas realizadas en ciudad y carretera.
El “modo oculto” de Google Maps que cuida tu bolsillo
Google Maps ha dejado de ser una simple brújula digital para convertirse en un aliado financiero de los conductores. La mayoría abre la app, escribe el destino y arranca sin revisar la configuración básica. Ese descuido impide que el sistema calcule las rutas más eficientes para cada vehículo. Existe un ajuste oculto, ligado al tipo de motor, que permite reducir el consumo de gasolina, diésel o electricidad.
Lo innovador es que el GPS ya no solo prioriza la ruta más rápida. Google Maps coloca en primer plano la eficiencia energética cuando dispone de datos precisos del automóvil. Para lograrlo, el usuario debe indicar si conduce un coche de gasolina, diésel, híbrido o eléctrico. Solo entonces la aplicación activa su máximo potencial de ahorro.
El algoritmo que diferencia gasolina, diésel, híbrido y eléctrico
La “magia” ocurre bajo el capó del software, no del coche. Google Maps dejó de tratar a todos los vehículos como si fueran iguales. Un motor de gasolina reacciona distinto a un híbrido en un atasco denso de ciudad. Un diésel, por su parte, sufre en recorridos cortos, con detenciones frecuentes y tráfico irregular.
La aplicación integra datos técnicos sobre la eficiencia de cada tipo de propulsor. Si indicas que conduzcas un vehículo de gasolina, el sistema sugerirá rutas con velocidad constante y menos paradas. Evitará carreteras secundarias plagadas de señales de stop que disparan el consumo por arrancadas continuas. Con un coche híbrido o eléctrico, la inteligencia artificial buscará desniveles y trazados donde aproveches la frenada regenerativa.
Esta personalización cobra relevancia en un contexto de precios del combustible inestables. La tecnología de navegación ha madurado lo suficiente para ofrecer cálculos más finos. Ya no se trata de estimaciones genéricas, sino de rutas ajustadas a la forma en que tu motor gasta energía en tiempo real.
Cómo activar el modo de ahorro: configuración paso a paso
Muchos conductores creen que su app ya viene “optimizada” de fábrica. En realidad, la configuración inicial suele ser genérica y no refleja las características del vehículo. Para que Google Maps trabaje a favor de tu economía, debes decirle exactamente qué conduces. El proceso es rápido, aunque la opción esté algo escondida entre los menús.
- Abre Google Maps y toca tu foto de perfil en la esquina superior.
- Entra en Ajustes y selecciona la sección Navegación.
- Desplaza las opciones hasta encontrar Opciones de ruta.
- Localiza el apartado Tipo de motor y pulsa para configurarlo.
Por defecto, suele aparecer configurado como motor de gasolina o incluso sin definir. Si usas un coche diésel, cámbialo de inmediato para ajustar las recomendaciones. El sistema priorizará autopistas, donde el diésel resulta más eficiente a revoluciones constantes, en lugar de rutas urbanas con frenadas continuas. En híbridos o eléctricos, las rutas sugeridas buscan tramos donde el motor térmico descanse y aumente la recuperación de energía.
La hoja verde que revela la ruta más eficiente
Una vez calibrado el tipo de motor, el cambio más visible aparece en la pantalla de navegación. Junto a algunas rutas, verás un pequeño icono con forma de hoja verde. Ese símbolo no es un simple adorno ecológico para la interfaz. Señala la opción con menor consumo de combustible o energía, de acuerdo con los cálculos del sistema.
En ocasiones, la ruta más eficiente coincide con la más rápida. Otras veces, el mapa te propondrá sacrificar uno o dos minutos para ganar ahorro considerable por kilómetro. Google cruza información de topografía, datos históricos de tráfico y patrones de circulación reales. Evitar una cuesta pronunciada quizá apenas afecte la hora de llegada, pero puede marcar una diferencia clara en el gasto de combustible.
¿Ahorro real o puro marketing digital?
La gran pregunta de los conductores es si ese ahorro se nota verdaderamente en el depósito. Pruebas realizadas en entornos urbanos y trayectos de carretera indican reducciones de consumo entre un 10% y un 20% al elegir rutas ecológicas en viajes mixtos. En largos recorridos, ese porcentaje se transforma en varios litros que no quemas y, por tanto, en dinero que permanece en tu bolsillo.
La tecnología que sustenta estas funciones procede de la colaboración con el Laboratorio Nacional de Energía Renovable de Estados Unidos. El sistema analiza factores como la inclinación del terreno y la resistencia aerodinámica prevista. Si una autopista presenta viento en contra y desniveles pronunciados, Google Maps puede desviarte por una vía más plana. Así mantiene el motor en un rango de revoluciones más eficiente y reduce el desgaste mecánico.
Google Maps frente a Waze: dos filosofías sobre el consumo
En la batalla por el navegador preferido, Waze siempre ha destacado por esquivar atascos a cualquier precio. La aplicación suele enviar al conductor por un laberinto de calles secundarias para ganar unos segundos. Esa estrategia implica frenar y acelerar constantemente. Para un motor de combustión, significa un coste elevado e innecesario en cada tramo urbano.
Google Maps apuesta por un enfoque distinto: prioriza rutas con flujo estable, aunque la distancia sea ligeramente mayor. El objetivo no es solo llegar antes, sino llegar gastando menos por kilómetro recorrido. El famoso “stop and go”, ese ciclo de parar y arrancar, sigue siendo el enemigo número uno de la eficiencia. Al favorecer trayectos fluidos, el navegador de Google se posiciona como la opción ideal para quienes miran el coste por kilómetro antes que la velocidad absoluta.
Impacto en Latinoamérica y España: ahorro para economías ajustadas
En Latinoamérica y España, donde el precio del combustible impacta directamente en la economía familiar, esta herramienta gana especial relevancia. No se trata de un gesto simbólico de ecologismo urbano, sino de una solución práctica. Los conductores de grandes urbes con orografía compleja, como Ciudad de México, Bogotá, Medellín o Madrid, notarán una diferencia clara.
En ciudades con cuestas exigentes, túneles y tráfico intenso, cada optimización cuenta. Al seleccionar correctamente el tipo de motor, la aplicación adapta la ruta para reducir esfuerzos innecesarios del vehículo. La próxima vez que salgas a carretera, conviene dedicar diez segundos a revisar ese ajuste. Es un truco simple, pero puede convertirse en una de las pocas funciones tecnológicas que te “pagan” por usarla, alargando la autonomía sin cambiar de coche.
¿Qué viene después? El futuro de la navegación inteligente
El modo de ahorro por tipo de motor es solo el primer paso de una nueva generación de navegación inteligente. Las próximas actualizaciones podrían incorporar variables como el peso del vehículo, el uso de remolques o el número de ocupantes. Estos datos permitirán afinar aún más el cálculo del consumo real en cada ruta disponible.
Mientras esas funciones llegan, hay dos recomendaciones básicas para aprovechar al máximo la herramienta. La primera es mantener siempre la app actualizada a la versión más reciente. La segunda, verificar que el tipo de motor seleccionado coincide con tu vehículo actual, sobre todo si cambias de coche. Al hacerlo, tu depósito de gasolina, tu batería o tu sistema híbrido ofrecerán más kilómetros útiles por cada recarga o llenado.
“Muchos usuarios aún creen que los mapas solo sirven para llegar antes”, explica un analista de movilidad digital consultado por Gente de Hoy. “La verdadera revolución es que ahora también ayudan a gastar menos por trayecto, sin cambiar de vehículo ni de estilo de conducción de forma radical”.
Para David, conductor habitual en Madrid, el cambio ha sido tangible. “Empecé a elegir siempre la ruta marcada con la hoja verde y, al mes, noté que llenaba el depósito con menos frecuencia”, comenta. “No es magia, es lógica: menos cuestas duras, menos acelerones y menos paradas absurdas”.
Conclusión: un gesto mínimo, un ahorro acumulado
Configurar Google Maps según el tipo de motor es una acción sencilla con efectos acumulativos en el presupuesto familiar. No requiere cambiar de vehículo ni invertir en dispositivos externos. Solo demanda unos segundos en el menú de ajustes. La combinación de datos de tráfico, topografía y eficiencia energética convierte cada trayecto en una oportunidad de gastar menos combustible.
En una economía tensionada por el precio del litro de gasolina, cada pequeño ajuste cuenta. Este modo oculto, visible solo para quien se adentra en los menús, redefine la idea de navegación inteligente. No se trata únicamente de llegar del punto A al punto B. Se trata de hacerlo con el mínimo coste posible, apoyado en un mapa que ya piensa también en tu bolsillo.