El show de las estrellas

Por: Jaime Largo. – Lo que voy a compartir con ustedes, más que una aventura, podría llamarla una confesión de amante lunático, de enamorado del cosmos y cazador de firmamentos, de los astros y su misteriosa belleza. Sin embargo, ese enamoramiento podría llamarlo más que por conocimiento de ellos, por la admiración que siento por ellos. Estoy seguro de ser parte de millones de espectadores que levantamos nuestra mirada al cielo en una noche estrellada o de luna, buscando algo más allá de nuestro alcance, en ese manto oscuro iluminado de destellos que nos ponen a soñar despiertos.

Como todo amante de la naturaleza y de los fenómenos que ocurren ante nuestros ojos, siempre ando en busca de esos fenómenos del cosmos que, según los estudiosos y conocedores en el tema de la astrología y la astronomía —que se escriben parecido, pero tratan temas diferentes— influyen en todos los seres vivos de distinta manera.

Para entender esto mejor, vayamos a sus conceptos, que nos dicen que la astronomía busca comprender el universo de manera objetiva, basándose en hechos verificables y datos observacionales; es una ciencia, mientras que “la astronomía es el estudio de objetos y fenómenos más allá de la Tierra. Objetos tan cercanos como la Luna y el resto del sistema solar, a través de las estrellas de la Vía Láctea y hasta galaxias distantes a miles de millones de años luz de distancia”.

Por el contrario, la astrología se enfoca en la interpretación subjetiva de las configuraciones celestiales y su supuesto impacto en la vida de las personas. No se imaginan la cantidad de personas que conozco que viven leyendo horóscopos y planificando sus vidas y acciones de acuerdo con lo que digan los astros. Entiendo que para muchos es importante y para otros no es relevante; sin embargo, cada cabeza es un mundo.

Ahora, queridos amigos, conociendo las diferencias entre una y otra, en lo particular sí estoy planificando mi aventura personal por estos fenómenos astronómicos que tendremos ahora en diciembre y espero poder disfrutar junto a mis amigos lunáticos en el mejor lugar para hacerlo; ya sabrán que me refiero a la montaña, mi segundo hogar. Entonces comenzaré por escribir de los que tengo conocimiento, y serán en los próximos días.

Comenzaremos con uno de mis preferidos, que para el momento de salir este artículo tuvo su momento el día 04 de diciembre, y fue la superluna, la última por este año, y estoy seguro de que será espectacular. Se les conoce como superluna debido a la coincidencia de la luna llena o luna nueva con el mayor acercamiento a la Tierra, y ocurre debido a que la órbita lunar es elíptica. De esto no entiendo mucho, pero son increíbles, ya que se aprecia más grande y brillante de lo normal. El día 07 de diciembre, Mercurio alcanza su mayor elongación, y significa que rara vez este astro se aleja del resplandor del Sol; es decir, la mayor separación visible del Sol, y será el mejor momento para ver el “planeta veloz” sin el resplandor del Sol que lo oscurece.

Los días 13 y 14 de diciembre tendremos el show de las Gemínidas, llamada así la mayor lluvia de meteoros, que puede alcanzar hasta 150 por hora en cielos oscuros. El 21 tendremos el solsticio de invierno, dando inicio al invierno en el hemisferio norte y al verano en el hemisferio sur. Este día lo conocemos mejor por la celebración del espíritu de la Navidad. Para cerrar con broche de oro, el 26 de diciembre será la conjunción de Saturno y la Luna, donde aparecerán a unos cuatro grados, o aproximadamente tres dedos de distancia, el uno del otro en el cielo del sur después de la puesta del sol. Así que, amigos, a disfrutar del cielo nocturno.

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