Parque Tierra Blanca

Por: Jaime Largo. – Definitivamente, muchas veces nos quedamos en casa, aburridos y quejándonos de que no tenemos nada que hacer, que no tenemos dinero suficiente para salir, y así nuestro fin de semana se convierte en una retahíla de “noooos” que nos imponemos y que, la mayoría de las veces, es por ignorancia. Sí, por ignorar una gran cantidad de lugares maravillosos a los que podemos ir y disfrutar con nuestra familia y amigos sin que esto represente un gran gasto dentro de nuestros presupuestos.

Uno de los objetivos de los escritos que con muchísimo gusto preparo para ustedes es, precisamente, ofrecer opciones accesibles y viables para pasar ratos excelentes y crear recuerdos, mejor aún si esas opciones se adaptan a nuestros bolsillos. Escrito lo anterior, los invito a acompañarme a la aventura que tuve el placer de vivir este fin de semana junto a unas personas con las que los momentos se convierten siempre en historias para reír y recordar, gente que se convierte en fábrica de anécdotas divertidas e inolvidables. Hablo de un grupo de amigos con los que acostumbro a ir a Villa de Cura, específicamente a La Villa, lugar que se las trae y que guarda espacios naturales espectaculares, y de uno de ellos vamos a hablar.

Con motivo de celebrar un cumpleaños organizamos este viaje a La Villa, donde contamos con hospedaje prestado, cosa que nos aligeró un poco la carga económica; sin embargo, la celebración en sí se dio en un lugar que la mayoría no conocía hasta el momento. Se trata del Parque Tierra Blanca o Complejo Turístico Comunal “Aguas de Tierra Blanca”, ubicado cerca de San Juan de Los Moros, en el estado Guárico. El espacio existía y se encontraba en estado de abandono en sus instalaciones. Nuevamente abrió sus puertas a través de una consulta comunal realizada entre los residentes de la zona e igualmente fue impulsado por la gobernación del estado. El mismo fue transformado; se recuperaron sus espacios verdes y áreas de ejercicios en buen estado para el momento. Se incluyó en la recuperación del lugar la restauración de canchas deportivas y parque, reactivación de kioscos, remodelación de baños, adecuación de caminerías, labores de artesanía y albañilería, restitución del sistema eléctrico, aplicación de pintura, limpieza y otros trabajos.

Es un espacio muy verde donde, en familia, amigos o en una escapada romántica con tu pareja, puede resultar en un excelente momento. En lo particular, no tenía idea de la existencia de este parque, a pesar de haber estado en la zona en reiteradas oportunidades, y resultó sumamente grato el invento. Desde que entras al lugar es muy seguro; por cierto, te reciben de maravilla con una sonrisa e indican el costo simbólico de ingreso, que es de 1 dólar para su mantenimiento, y dónde debes estacionarte mientras te explican un poco la normativa.

Una vez en el lugar, te muestran las áreas que incluyen por ese precio: cabañas para pasar el momento, donde puedes llevar tus alimentos, lo que implica un costo menor en la salida al llevarlos ya preparados desde nuestros hogares; sin embargo, también cuenta con un restaurante tipo caney donde puedes obtener algún tente en pie o hidratarte. Cuenta con áreas de parrilleras, pero lo más atractivo son sus piscinas naturales, nutridas por el río en excelente estado. Cuenta en el mismo espacio con dos áreas separadas y unidas al mismo tiempo por una barrera de madera que divide la piscina honda de 2.2 metros de otra menos profunda, ideal para los más pequeños de la casa o para sentarnos dentro del agua fresca, donde los rayos del sol te acompañan la mayor parte del tiempo. Este parque colinda con el embalse, donde usualmente se realizaban paseos en bote. Queda muy cerca de Caracas y de los Altos Mirandinos por la Regional del Centro.

Correo: jaimel2010@gmail.com @caminandoconjaime2 @jaimelargo2021

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