Economía
La transición digital: el gran desafío de los ingenieros agrónomos
En el marco del Día Nacional de la Alimentación, Carlos Indriago, secretario general de la Sociedad Venezolana de Ingenieros Agrónomos y Alimentos, subraya la necesidad urgente de implementar tecnologías digitales en la cadena alimentaria del país.
La digitalización se presenta como una solución crucial para optimizar la producción y enfrentar los retos del sector agroindustrial en Venezuela.
En un contexto en que la seguridad alimentaria se ha convertido en una prioridad global, el secretario general de la Sociedad Venezolana de Ingenieros Agrónomos y Alimentos (Sviaa), Carlos Indriago, destacó la importancia de acelerar la adopción de nuevas tecnologías dentro de la cadena de suministro alimentaria en Venezuela. Este llamado se hizo durante las conmemoraciones del Día Nacional de la Alimentación, celebrado el 18 de noviembre.
“El ingeniero de alimentos es el arquitecto de la transformación industrial. Hoy, nuestro mayor desafío es liderar la transición hacia la digitalización agroindustrial 4.0”, afirmó Indriago, resaltando el papel fundamental que juegan estos profesionales en el desarrollo de un sistema alimentario más eficaz y seguro.
Un enfoque multidisciplinario para la seguridad alimentaria
El perfil del ingeniero de alimentos combina conocimientos de química, biología, física e ingeniería, lo que le permite desarrollar, producir, conservar y asegurar la calidad e inocuidad de los productos alimenticios. En este sentido, Indriago enfatizó que “acelerar la adopción de nuevas tecnologías en el sector es clave para optimizar la producción, reducir pérdidas y costos”.
La digitalización se erige como una herramienta indispensable para enfrentar desafíos contemporáneos como la variabilidad climática, las interrupciones en la cadena de suministro y la creciente demanda de alimentos nutritivos y seguros.
Retos y oportunidades en el sector alimentario venezolano
Desde la perspectiva de la Sviaa, los ingenieros agrónomos y de alimentos identifican tanto retos significativos como oportunidades valiosas en el sector. Indriago enumeró algunos beneficios que ofrece la tecnología, incluyendo el control preciso de inventarios, temperaturas y procesos, lo que podría disminuir drásticamente el desperdicio de alimentos.
“A pesar de los obstáculos, Venezuela cuenta con excelentes profesionales en la industria de alimentos, capaces de optimizar la producción nacional y diseñar los sistemas alimentarios del futuro”, concluyó Indriago.
Hacia un futuro alimentario sostenible
La digitalización en el sector agroindustrial no solo representa un avance técnico, sino también una esperanza para alcanzar un modelo de producción alimentaria más sostenible y eficiente en Venezuela. La voz de los ingenieros agrónomos y de alimentos es esencial en esta transición, que podría marcar un antes y un después en la historia alimentaria del país.
