Opinión
El sonido modela la realidad y nuestro ser
Investigaciones recientes y estudios ancestrales coinciden en que el sonido no solo es percepción auditiva, sino un agente que influye en la materia y en la estructura celular del ser humano.
Por: Lumhaniel
El Universo como Orquesta Vibratoria
Es un principio fundamental, tanto en la física como en diversas disciplinas ancestrales, que todo cuerpo posee la propiedad de generar y reproducir frecuencias que pueden armonizar o desarmonizar con su propio sistema vibratorio. Desde las galaxias hasta las partículas subatómicas, el universo se concibe como un vasto campo de energía en constante oscilación.
La acción profunda del sonido y sus efectos físicos
Hay efectos profundos que el sonido ejerce sobre la materia, más allá de la simple percepción auditiva. Esta afirmación se alinea con los principios de la cimática, el estudio de los fenómenos de onda:
- Ordenamiento Molecular y Procesos Químicos: El sonido, a través de sus vibraciones, actúa sobre los demás cuerpos con los que interactúa. Afecta el ordenamiento molecular e influye directamente en los procesos físico-químicos de la materia.
- Modelado de Formas: Las ondas sonoras son capaces de modelar formas geométricas complejas. Este fenómeno es visible cuando se exponen materiales particulados (como arena o líquidos) a frecuencias específicas, revelando la capacidad del sonido para estructurar la materia.
- Fenómenos de Interacción: Las vibraciones sonoras no solo estructuran, sino que también provocan fenómenos de atracción y repulsión e influyen en la cohesión orgánica de la materia. En esencia, el sonido es un agente activo en la organización de nuestro entorno.
La estructura vibratoria del ser humano: 200 Quintillones de Mentes
Para comprender la magnitud de esta interacción, es crucial enfocarse en el organismo humano. El cuerpo humano está compuesto por una cifra asombrosa, estimada en unos 200 quintillones de células. La relevancia de esta composición radica en que:
- Cada célula es un circuito resonador: Cada una de estas 200 quintillones de unidades (con su citoplasma y núcleo) no es solo una unidad biológica, sino también un circuito resonador individual.
- La Obediencia al Pensamiento-Vibración: Todas las frecuencias oscilatorias de estas células obedecen y determinan sus reacciones por un principio fundamental: el pensamiento-vibración. Esto sugiere una conexión intrínseca entre la actividad mental, la vibración generada y la respuesta celular del organismo.
El Verbo: director de la Orquesta Celular
El principio vibratorio se centraliza y amplifica en la figura del ser humano a través de la mente y el lenguaje (el verbo).
La mente celular unificada
Hay una mente en cada célula o partícula. Estas «mentes celulares» cumplen funciones distintas dentro del organismo. Sin embargo, lo crucial es que:
«Los 200 quintillones de mentes que constituyen la unidad de nuestro ser obedecen todas a una sola y misma inteligencia y vibran todas al sonido de nuestro verbo.»
Esta inteligencia unificada y la resonancia de todas las células al sonido de nuestro verbo (nuestras palabras) convierten al lenguaje en el mecanismo de control maestro de nuestro sistema vibratorio interno.
La Ley del Desenlace
Por lo tanto, ya no es un secreto que el verbo propicia el desenlace, negativo o positivo, sobre los resultados de nuestras acciones. El lenguaje no es solo una herramienta de comunicación externa; es una fuerza generadora de vibración interna que puede armonizar o desarmonizar los 200 quintillones de circuitos resonadores que nos componen. Nuestras palabras, al ser sonido y vibración, establecen la frecuencia a la cual debe operar nuestro sistema unificado.
Conclusión: El verbo como herramienta fundamental
La evidencia de la influencia del sonido en la materia, combinada con la estructura celular resonante del ser humano, nos lleva a una conclusión clara: el verbo debe ser considerado pieza fundamental en nuestro desempeño cotidiano.
Nuestras palabras son actos de creación vibratoria. Reconocer esta verdad implica una mayor consciencia y responsabilidad sobre lo que decimos, no solo a los demás, sino, crucialmente, a nosotros mismos, pues con cada palabra estamos enviando una directriz vibratoria a cada célula de nuestro ser.
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Lumhaniel: Psicoastrólogo, sanador energético integral, psicoterapeuta de familia y pareja, sanador con archivos akáshicos, escritor, cineasta, productor de radio y TV.
