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Las cinco claves para entender cómo se elige un Nobel de la Paz
El Premio Nobel de la Paz es el galardón más político y simbólico del legado de Alfred Nobel, el inventor sueco de la dinamita, quien en su testamento de 1895 estableció que se otorgara a “la persona que haya hecho el mayor o mejor trabajo por la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos permanentes y la celebración y promoción de congresos de paz”.
Especial. – Para ser merecedor del Premio Nobel de la Paz, no basta tener buenas intenciones: el candidato debe demostrar un compromiso concreto con la paz, una trayectoria coherente, influencia real y un efecto transformador. El Comité Nobel evalúa no solo gestos simbólicos, sino logros medibles y un liderazgo ético. Aquí las cinco claves que inclinan la balanza.
Las cinco claves para entender cómo se elige un Nobel de la Pa
- Una nominación autorizada y rigurosa
El primer requisito para aspirar al Nobel de la Paz es estar nominado por una persona autorizada: miembros de parlamentos nacionales, académicos universitarios de ciertas disciplinas, rectores, líderes de institutos de paz o ex-laureados, entre otros. No se aceptan autopostulaciones. (NobelPrize.org)
- Trayectoria de acciones concretas por la paz
El Comité no premia intenciones ni discursos solos: exige una historia de acciones reales destinadas a reducir el conflicto, promover el diálogo, defender derechos humanos o mediar en crisis. Ese “trabajo más o mejor por la fraternidad entre las naciones” está en la voluntad de Alfred Nobel. (Wikipedia)
- Coherencia ética y credibilidad
El candidato debe haber mantenido un comportamiento público coherente con sus ideales, sin contradicciones graves en su pasado. Su reputación y su integridad moral pesan mucho, pues el premio busca una figura que inspire confianza mundial.
- Impacto real y alcance global
No basta con acciones locales: el Comité valora que las intervenciones del candidato hayan generado repercusiones significativas, multiplicadoras, y que su influencia trascienda fronteras o inspire transformaciones más allá de su propio entorno.
- Evaluación rigurosa y decisión colegiada
Tras recibir todas las nominaciones (antes del 31 de enero) (Nobel Peace Prize) el Comité Nobel noruego —de cinco miembros designados por el Parlamento de Noruega (Encyclopedia Britannica)— trabaja con asesores nacionales y extranjeros para hacer informes sobre los candidatos (Nobel Peace Prize). Finalmente se decide mediante consenso o mayoría simple, entre agosto y octubre. (Reuters)
“Un sueño de paz no vale nada si no se convierte en acción persistente y visible”, dice María Torres, activista por la reconciliación social en Colombia, quien ha sido nominadora en su país.
Antecedentes: ¿por qué estas claves?
Desde sus inicios en 1901, el Premio Nobel de la Paz ha sido el más políticamente visible de los galardones de Alfred Nobel. Su voluntad decía que se concediera a quien “hubiera obrado más o mejor” por la fraternidad entre naciones. (Wikipedia) A través del siglo XX y hasta hoy, el Comité ha ajustado su método: recibir miles de nominaciones, reducirlas a una lista corta, activar expertos para análisis detallados y luego deliberar internamente. (NobelPrize.org) Así nació este sistema que busca equilibrar simbolismo y rigor.
Con estas reglas no escritas pero aplicadas —mérito real, nominación válida, coherencia, impacto y evaluación exigente— el premio a recaído en líderes globales con peso internacional, desde Martin Luther King hasta Malala Yousafzai.
Entender estos criterios no solo revela cómo nace un laureado, sino qué podemos exigir de quienes aspiren a transformadores sociales. El Premio Nobel de la Paz no es un trofeo decorativo: es un símbolo de exigencia moral. Si queremos un mundo más justo, animémonos a reconocer, proponer y apoyar liderazgos que realmente cumplan esas cinco claves.
El Nobel de la Paz 2025 fue concedido a María Corina Machado por su “incansable labor en la promoción de los derechos democráticos del pueblo venezolano”, según anunció este viernes el Comité Nobel en Oslo.
Qué significa el Nobel de la Paz
El Premio Nobel de la Paz es el galardón más político y simbólico del legado de Alfred Nobel, el inventor sueco de la dinamita, quien en su testamento de 1895 estableció que se otorgara a “la persona que haya hecho el mayor o mejor trabajo por la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos permanentes y la celebración y promoción de congresos de paz”.
Desde 1901, el Comité Nobel noruego —integrado por cinco miembros designados por el Parlamento de Noruega— ha tenido la tarea de decidir quién, entre cientos de nominaciones, encarna mejor ese ideal.
El Premio Nobel de la Paz nace en gran medida de un acto de conciencia
Alfred Nobel, inventor de la dinamita y propietario de decenas de fábricas de explosivos, fue un químico brillante pero también un hombre introspectivo. A lo largo de su vida acumuló una inmensa fortuna gracias a sus patentes, pero también vio cómo su invento —pensado originalmente para facilitar la minería y la construcción— se usaba cada vez más en la guerra y la destrucción.
El detonante moral: “El mercader de la muerte ha muerto”
En 1888, un periódico francés publicó por error un obituario equivocado. En lugar de su hermano Ludvig, creyeron que quien había muerto era él. El titular decía:
“El mercader de la muerte ha muerto. Alfred Nobel, que se enriqueció al encontrar la manera de matar a más personas más rápidamente que nunca antes, ha muerto ayer.”
Esa experiencia lo sacudió profundamente. Por primera vez vio cómo lo recordaría la historia si no hacía algo diferente. A partir de entonces, comenzó a reflexionar sobre cómo revertir su legado y contribuir a la paz y al progreso de la humanidad.
El origen del Premio Nobel de la Paz
Cuando redactó su testamento en 1895 —un año antes de morir—, Nobel decidió que la mayor parte de su fortuna se destinara a crear los Premios Nobel, para reconocer a quienes beneficiaran a la humanidad en cinco áreas: Física, Química, Medicina, Literatura y Paz.
En el caso del de la Paz, especificó que debía otorgarse a la persona que:
“haya hecho el mayor o el mejor esfuerzo por la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos permanentes y la celebración y promoción de congresos de paz.”
En resumen, sí, Nobel sintió culpa, o más precisamente, responsabilidad moral. Su deseo de compensar los posibles daños de su invento lo llevó a convertir su fortuna en un instrumento para premiar el progreso, la creatividad y la paz mundial. El Premio Nobel de la Paz es, en el fondo, una redención póstuma, un gesto que convirtió la energía destructiva de la dinamita en un símbolo de esperanza y reconciliación.
Más allá del premio
El galardón será entregado en una ceremonia en Oslo el 10 de diciembre, aniversario de la muerte de Alfred Nobel. El reconocimiento incluye una medalla, un diploma y diez millones de coronas suecas (aproximadamente 900.000 dólares).
Más allá del monto, el valor real del Nobel de la Paz radica en su poder para amplificar causas que cambian la historia. En este caso, la voz de un país que sigue apostando por la democracia.
✍️ Daxy Oropeza | @daxyoropeza
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