Medicina y salud
Más allá de la maloclusión: la sonrisa que se reconstruyó desde adentro
Hay historias que no caben en una historia clínica. Historias que no se miden en milímetros de corrección ni en radiografías de control. Historias humanas que nos recuerdan que, detrás de cada tratamiento, hay una vida que busca reencontrarse consigo misma.
Por: *Nilsen Lares Villarreal. – Hay historias que no caben en una historia clínica. Historias que no se miden en milímetros de corrección ni en radiografías de control. Historias humanas que nos recuerdan que, detrás de cada tratamiento, hay una vida que busca reencontrarse consigo misma.
Ella llegó a consulta a los 15 años. Comenzó su tratamiento de ortodoncia con una maloclusión severa que afectaba la alineación de sus dientes. Pero lo que más dolía no estaba en la boca, sino en la mirada. Sonreía con los ojos, con un gesto tímido que evitaba abrir la boca. No era timidez: era vergüenza. Años de etiquetas, de burlas, de silencios que la llevaron a esconder su sonrisa como si fuera algo que debía ocultar.
Durante los primeros meses, su gesto permanecía contenido. Aunque yo era su ortodoncista, incluso conmigo le costaba mostrar los dientes. Le decía con firmeza y ternura: “Tranquila, yo me voy a encargar de que tu sonrisa quede como tú quieres. Conmigo no debes tener pena”. Poco a poco, fue confiando. El tratamiento se volvió más fluido. Su sonrisa empezó a asomarse: primero tímida, luego más segura. Pero aún se escondía.
A medida que los brackets hacían su trabajo, algo más profundo se alineaba: su autoestima, su seguridad, su historia. Empezó a participar en debates estudiantiles, a liderar proyectos y se graduó con honores. Ingresó a una universidad destacada. Y lo más importante: empezó a sonreír sin miedo. Sin complejos físicos ni emocionales. Su vida se transformó.
Terminó su tratamiento a los 17 años. Y con él, cerró un ciclo de reconstrucción emocional que fue mucho más allá de lo ortodóncico. Porque no solo se trata de corregir maloclusiones, sino de escuchar lo que los pacientes callan. De acompañarlos en la reconstrucción de su seguridad. De aplicar técnicas con precisión, sí, pero también con humanidad. La ortodoncia, como muchas ramas de la salud, tiene el poder de transformar no solo rostros, sino destinos.
Hoy, cuando pienso en ella, recuerdo que cada sonrisa que ayudamos a liberar es también una historia que ayudamos a reescribir. Y eso, más allá de cualquier técnica, es lo que da sentido a nuestra vocación.
Sobre la autora: Dra. Nilsen Lares Villarreal
Odontóloga especialista en Ortodoncia y Ortopedia Funcional de los Maxilares. Locutora profesional certificada, integra la comunicación como herramienta esencial en su práctica clínica, promoviendo el vínculo entre expresión, confianza y bienestar. Su enfoque combina ciencia, sensibilidad y claridad para transformar sonrisas en mensajes que conectan.
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