Europa
El papa León XIV invita a revitalizar la fe
Cada 29 de junio, la Iglesia celebra a San Pedro y San Pablo como columnas fundamentales de la fe cristiana y ejemplo de misión evangelizadora.

Especial.- Solemnidad de San Pedro y San Pablo: pilares de la fe y la unidad de la Iglesia, una festividad que recuerda su testimonio de fe y martirio, y convoca a la colecta del Óbolo de San Pedro.
El papa León XIV invita a revitalizar la fe
Durante la misa en la Basílica de San Pedro, el papa León XIV exhortó a renovar el dinamismo pastoral. Llamó a superar el ritualismo y abrirse a nuevos caminos de evangelización. «Es importante evitar una fe cansada y estática», advirtió.
Invitó a seguir el ejemplo de Pedro y Pablo, que, a pesar de sus diferencias, construyeron juntos una Iglesia de unidad, comunión y misión.
Óbolo de San Pedro: gesto concreto de solidaridad con los necesitados
En esta solemnidad se realiza la tradicional colecta del Óbolo de San Pedro, destinada a las obras caritativas y de promoción humana que lidera el Santo Padre. En Venezuela, Cáritas Diocesana habilitó centros de acopio para atender a los damnificados por las lluvias en los Andes.
Monseñor Freddy Fuenmayor, obispo de Los Teques, recordó a los párrocos y diáconos la importancia de esta colecta y bendijo a los fieles, alentando a mantener viva la comunión y el servicio cristiano.
La fe edificada sobre dos pilares distintos pero inseparables
San Pedro y San Pablo son homenajeados en una misma solemnidad como testigos del Evangelio y fundadores de la Iglesia de Cristo. Pedro, primer pontífice, y Pablo, apóstol de los gentiles, representan dos caminos que convergen en una misma misión: anunciar la buena nueva y edificar la unidad de los creyentes.
La liturgia de este día resalta el llamado personal que ambos recibieron de Cristo, y cómo sus vidas, marcadas por la entrega y el martirio, siguen iluminando el camino del pueblo cristiano.
Pedro: la roca con flaquezas humanas que fue confirmada en la fe
Pedro se muestra en los evangelios como impulsivo y sincero. Fue el primero en reconocer a Jesús como el Hijo de Dios. A pesar de sus debilidades humanas, como su negación antes de la Pasión, recibió de Cristo el encargo de pastorear a su Iglesia.
Su vida refleja la transformación que puede surgir del arrepentimiento y el amor. «Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia», le dijo Jesús según el evangelio de Mateo.
Pablo: de perseguidor a evangelizador incansable
Pablo, inicialmente enemigo de los cristianos, experimentó una conversión radical al encontrarse con Jesús en el camino a Damasco. Dedicó su vida a anunciar el Evangelio por todo el mundo conocido y sus cartas siguen siendo pilares doctrinales del cristianismo.
Sus palabras en la segunda carta a Timoteo reflejan su entrega: «He combatido el buen combate, he concluido la carrera, he mantenido la fe».
Dos caminos que se unen en la misión universal de la Iglesia
La liturgia del día destaca cómo ambos, desde vocaciones diferentes, cimentaron la Iglesia. Pedro, con el pueblo de Israel; Pablo, con los pueblos gentiles. Juntos simbolizan la catolicidad de la Iglesia, es decir, su carácter universal y abierto a todos los pueblos.
Como expresó el prefacio de la misa: «Por caminos diversos, los dos congregaron la única Iglesia de Cristo».
Por: Daxy Oropeza @daxyoropeza
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San Pedro y San Pablo, apóstoles del Evangelio, mártires de la fe y pilares de la Iglesia universal.