Vladímir Putin aseguró que Rusia seguirá combatiendo el nazismo, incluso en Ucrania, al encabezar el desfile militar en Moscú por el 80 aniversario de la victoria soviética en la Segunda Guerra Mundial. En la Plaza Roja, junto a una treintena de líderes extranjeros, el mandatario ruso sostuvo que su país no olvidará las lecciones del conflicto mundial.
“Rusia fue y será una barrera infranqueable para el nazismo, la rusofobia y el antisemitismo”, afirmó Putin desde la tribuna instalada frente al Mausoleo de Lenin. “Seguiremos luchando contra quienes promueven ideas agresivas y destructivas”.
Durante su discurso, el presidente ruso evocó la pérdida de 26 millones de ciudadanos soviéticos durante la contienda, incluyendo ocho millones de soldados, y pidió un minuto de silencio por los caídos. Recalcó que “la verdad y la justicia” están del lado ruso frente a la actual guerra en Ucrania, y acusó al gobierno de Volodímir Zelenski de promover el revisionismo nazi, a pesar de su origen judío.
Uno de los momentos más simbólicos fue su cercanía con Xi Jinping. El mandatario chino permaneció a su lado durante todo el acto, incluidos los momentos solemnes como la ofrenda floral al soldado desconocido. Entre los asistentes también destacaron Nicolás Maduro, Luiz Inácio Lula da Silva y Miguel Díaz-Canel.
El desfile mostró poderío militar con 130 unidades, incluyendo los tanques T-34, el nuevo Kurganets-25 y misiles intercontinentales Yars. La gran novedad fue la inclusión de drones utilizados en Ucrania, como los kamikaze Lantset y los Gueran-2.
Aunque Ucrania no adhirió a la tregua unilateral de tres días decretada por Rusia, no se reportaron ataques con drones durante la celebración. Esto permitió que el Kremlin celebrara sin interrupciones lo que considera una fecha clave para la identidad nacional.
“Defenderemos nuestros valores, historia y cultura milenaria. La sociedad respalda plenamente la operación militar especial”, declaró Putin al cierre de su alocución. También reconoció el papel de los aliados en la derrota nazi y agradeció a quienes resistieron en distintas partes del mundo.
El acto contó con delegaciones militares de 13 países. No asistieron representantes de los antiguos aliados europeos de la URSS, como ocurrió en 1995 y 2005, lo que marca un quiebre diplomático tras la invasión a Ucrania.
Vía EFE