El Sumo Pontífice pidió que sus restos no reposen en el Vaticano, sino en la Basílica de Santa María la Mayor, con un ataúd sencillo.
Un papa fuera del Vaticano
Por primera vez en más de un siglo, un papa no será enterrado dentro del Vaticano. Francisco decidió que su lugar de descanso final sea la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma. La decisión fue confirmada por BBC, que tuvo acceso a los detalles del testamento funerario del Pontífice.
Un ataúd distinto para un papa distinto
A diferencia de sus predecesores, cuyos cuerpos fueron depositados en ataúdes de ciprés, plomo y roble, Francisco optó por un ataúd de madera revestido de zinc. Este material, más económico y sencillo, representa la humildad y cercanía que ha marcado su pontificado desde 2013.
También solicitó eliminar el catafalco, la plataforma de observación pública donde tradicionalmente se velan los restos papales. En cambio, quiere que las personas puedan despedirse de él con el ataúd abierto, en un gesto de transparencia y humanidad.
Testimonios de su legado
“El papa quiere un funeral sencillo, sin adornos excesivos, como su vida misma”, declaró un vocero del Vaticano, según reportó la BBC.
«Esta decisión es coherente con su mensaje constante de acercarse a los pobres y marginados», opinó un experto en historia eclesiástica citado por el medio británico.
Una ruptura con siglos de tradición
Desde el siglo XX, todos los papas han sido enterrados dentro del Vaticano. La cripta de San Pedro alberga a figuras como Juan Pablo II, Benedicto XVI y Paulo VI. La decisión de Francisco marca una excepción histórica, reforzando su perfil reformador y disruptivo.
Santa María la Mayor es una de las basílicas más importantes de Roma y tiene un significado especial para Francisco, quien la ha visitado antes y después de cada viaje apostólico.
El legado de la sencillez
La elección del lugar de entierro, el tipo de ataúd y el rechazo al protocolo tradicional reflejan el deseo de Francisco de permanecer fiel a los principios de humildad, inclusión y humanidad. Su legado, más allá de lo doctrinal, será recordado por su constante intento de humanizar el papado.
Por: Daxy Oropeza @daxyoropeza
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