El papa Francisco continúa con fisioterapia respiratoria y oxigenación de alto flujo mediante cánulas nasales, luego de haber experimentado dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda este lunes, informaron fuentes vaticanas. Su estado se mantiene estable, aunque el cuadro clínico sigue siendo complejo, con pronóstico reservado.
Desde su ingreso el pasado 14 de febrero en el hospital Gemelli de Roma por una bronquitis con infección polimicrobiana y neumonía bilateral, el sumo pontífice ha enfrentado varias crisis respiratorias. Este miércoles, el Vaticano confirmó que Francisco ha dormido bien, mantiene una alimentación sólida y colabora con su tratamiento médico.
Episodios recientes de insuficiencia respiratoria
El lunes, el papa sufrió una grave acumulación de mucosidad en los bronquios, lo que provocó espasmos y dificultades respiratorias. Como respuesta, se le realizaron dos broncoscopias para aspirar las secreciones.
En días previos, también enfrentó otros episodios, como una crisis asmática el 22 de febrero y un broncoespasmo con vómito el 29. Pese a ello, el Vaticano ha informado que Francisco sigue consciente y orientado, alternando momentos de oración y descanso.
Evolución y tratamiento
Aunque en la noche utilizó ventilación mecánica no invasiva, el tratamiento con oxigenoterapia de alto flujo ha permitido retirarle la máscara de ventilación. Esta terapia busca mejorar su respiración sin necesidad de medidas más agresivas.
El Vaticano ha asegurado que el pontífice mantiene estabilidad dentro de un cuadro clínico que aún requiere monitoreo constante. En días anteriores, pudo firmar documentos y realizar nombramientos, aunque su actividad se ha reducido para priorizar su recuperación.
El estado de salud del papa Francisco sigue siendo delicado, pero estable. Su evolución dependerá de cómo responda al tratamiento en los próximos días. La Santa Sede continuará emitiendo reportes médicos diarios para informar sobre su condición.
Vía EFE
