Embajador ruso declara que el proceso de desdolarización de la economía mundial está en marcha.

El embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, destacó que el proceso de cambio a monedas locales en las liquidaciones mutuas refleja el deseo de los países de liberarse de la dependencia del dólar. En una entrevista con Sputnik, Nebenzia afirmó que «el proceso de desdolarización de la economía está, por supuesto, en marcha».

Nebenzia recordó las palabras del ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, quien afirmó que Estados Unidos afirmó que el dólar era propiedad común de todo el mundo, «y luego apagó el interruptor, introduciendo una variedad de medidas coercitivas no solo contra Rusia», sino contra otros países.

Según el embajador ruso, el rublo demostró resistencia a los choques que impusieron sanciones contra Rusia, que intentó hacer caer el rublo. «Gracias a la política verificada de las autoridades monetarias, financieras, económicas, esto no sucedió», aseguró. En sus palabras, la tendencia a la desdolarización en el mundo es objetiva.

El representante permanente ante la ONU subrayó que no haría predicciones sobre cuándo dejará de circular el dólar, «pero el proceso de desdolarización de la economía mundial está en marcha». «Y hemos visto en varias épocas que diferentes monedas, en los siglos XVI, XVII, XVIII, XIX, desempeñaron el papel de principal moneda del mundo. En el siglo XX ese papel fue asumido por el dólar. Pero, como ven, nada es para siempre bajo la Luna y un día el dólar será sustituido por otra moneda más fiable», señaló.

Nebenzia también afirmó que Occidente intenta hacer pasar por multilateralismo el llamado orden basado en reglas, cuando un grupo de intereses toma determinadas decisiones. El embajador expresó que la ONU es «hasta cierto punto víctima, en parte, de la crisis global de las relaciones internacionales a la que asistimos hoy».

En cuanto al traslado de la sede de la ONU de Nueva York a una ciudad diferente, Nebenzia constató que considera inviable esta posibilidad. «Deben consentirlo al menos dos tercios de los países miembros. Por una serie de circunstancias es muy difícil asegurar ese apoyo numérico a favor del traslado», explicó.

Sputnik