El gobierno venezolano congela las negociaciones de México

Por un lado el gobierno venezolano congela las negociaciones de México para presionar más concesiones de USA como condición para avanzar en el plano político. Por el otro USA siente que no ha recibido nada del gobierno de Maduro a cambio de las licencias petroleras y paraliza los avances necesarios para homologar ese proceso a las empresas no americanas que puedan abastecer también a Europa y otros países occidentales.

En el medio de este círculo perverso, la economía corre peligro de revertir los avances recientes que había tenido. El gobierno  venezolano parece no entender que la ventana de oportunidad para las negociaciones se cierra en meses, una vez que arranca el ciclo de campaña presidencial USA y el tema anti Maduro vuelva a ser candente en Florida, determinante en el financiamiento de partidos americanos.

Por su parte, el gob americano no parece entender que las concesiones de control petrolero que entregó el gob vzlano y que fueron aprobadas en los contratos entre empresa privada y PDVSA, fueron enormes y muy difíciles de aprobar internamente porque restó poder y recursos a la revolución.

No es verdad que esas licencias generarían movimientos de apertura política inmediata por parte del gobierno Venezolano. Lo importante era restablecer los canales de negociación para abrir espacios a las nuevas negociaciones Políticas.

Pero esas negociaciones arrancan otra vez y ninguna parte puede pensar que la otra le debe algo. Sin más negociaciones, el gobierno vzlano pierde oportunidades de mejoras útiles para su campaña pero el retroceso en esas negociaciones haría innecesaria esa campaña porque los riesgos de nicaragüizacion se exponenciarían.

La amenaza de revertir la flexibilización petrolera no va a generar cesión oficial sino radicalización y se pulverizarían las posibilidades de una elección 2024 con avances políticos (porque el escenario de transparencia y competitividad no existe). El mejor escenario es romper el círculo vicioso y restablecer un ambiente de negociación que abra espacios para obtener flexibilización política y económica parcial (en cualquier orden). El peor escenario es regresar a lo que nunca funcionó: todo o nada.

@datanalisis