El incendio forestal que durante seis días ha calcinado unas 20.000 hectáreas de monte en la región española de Valencia (este) entró este domingo en fase de estabilización, lo que permitió el regreso a sus hogares de los 1.500 vecinos que fueron desalojados de varios municipios de la zona afectada.
Los equipos de extinción impidieron la entrada de las llamas en la Sierra Calderona, considerado el pulmón verde de la comunidad valenciana y la parte fundamental del fuego, en el área de la localidad de Bejís, está en camino de controlarse.
Los trabajos en las últimas horas se centraron en evitar posibles rebrotes por las altas temperaturas, los bajos niveles de humedad y un viento cambiante que sopla con relativa fuerza.
Aunque todavía existen puntos calientes en el extenso perímetro del incendio, que abarca unos 140 kilómetros, existe un «optimismo moderado» en poder estabilizar el fuego, según los equipos de extinción.
El presidente regional valenciano, Ximo Puig, hizo hoy un llamamiento a «extremar la prudencia», pues aunque la evolución del incendio es buena, las condiciones climatológicas son «muy desfavorables».
Por ello, pidió que no visiten las zonas de los incendios, porque el suelo es inestable, y que se dejen libres las carreteras para que puedan seguir trabajando los bomberos.
EFE
