@JohelOrtaM.- Algunos sectores radicales de la arena política se mofan abiertamente, al calificar la iniciativa de diálogo nacional como “la mesita de noche”. Sin embargo, y para el descontento de sus detractores, “esa mesita” tiene las cuatro patas con una composición bastante sólida, mientras que las otras que le precedieron, como la de República Dominicana, Oslo y Barbados, estaban estructuralmente mal elaboradas, pues sólo contaban con tres patas, lo que devino en un abrupto fracaso.
La Mesa de Diálogo Nacional, instalada el pasado16 de septiembre, tiene sus metas muy claras para lograr en corto tiempo los objetivos trazados. En principio, se concretó la liberación del primer vicepresidente de la Asamblea Nacional (AN), Edgar Zambrano, así como la de cuatro personas que lo acompañaban al momento de ser detenido el 30 de abril. De manera adicional, se excarcelaron a 25 venezolanos y se espera que alrededor de 56 privados de libertad, retornen a sus hogares antes de que finalice 2019.
También se materializó la incorporación del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) al seno del Poder Legislativo, lo cual se traduce en que este importante y foro por excelencia de la política nacional, se reactive y se deslinde de la figura del desacato para designar las nuevas autoridades del Consejo Nacional Electoral (CNE), así como para reinstitucionalizar los distintos poderes públicos mediante el nombramiento de los integrantes del Poder Ciudadano, compuesto por la Defensoría del Pueblo, la Fiscalía y la Contraloría General de la República.
El país no puede evolucionar bajo la falsa premisa de que existen dos presidentes, dos parlamentos y dos máximos tribunales de justicia.
Hacemos un nuevo llamado a las distintas bancadas partidistas del parlamento nacional para que den muestra de voluntad política y asuman la responsabilidad, tal y como lo hemos venido solicitando, de conformar de inmediato un comité de postulaciones para nombrar posteriormente una directiva plural y equilibrada del CNE, de manera de recobrar la credibilidad del voto, consagrado como un derecho constitucional y político.
Se aproximan los primeros resultados
La Mesa de Diálogo Nacional presentará en los próximos 30 días los resultados iniciales de los acuerdos alcanzados en materia económica, en el nombramiento de un nuevo CNE y en la legalización de los partidos políticos. Como respuesta a la demanda de la ciudadanía, fueron instaladas 3 de las 8 mesas de trabajo, las cuales tendrán la responsabilidad de presentar antes del venidero 21 de noviembre el informe final sobre los distintos temas abordados.
La mesa de trabajo económica establecerá las estrategias para lograr el levantamiento de las sanciones impuestas por los EEUU y los países de la CE; de igual forma, tramitará con la ONU un plan especial para intercambiar petróleo por medicamentos, alimentos y servicios.
Con respecto al ámbito comicial, se modificarán puntos esenciales de la ley electoral, se depurará el RE para garantizar el voto de los venezolanos en el exterior y se rescatará la representación proporcional de las minorías políticas en el Poder Legislativo.
En relación con los partidos políticos, se concretarán acuerdos sobre su financiamiento y legalización, pero para ello es indispensable la incorporación a la Mesa de Diálogo de los representantes de las distintas toldas políticas nacionales y regionales.
El tiempo le ha dado la razón a los diversos factores políticos que forman parte del centro democrático del país, los cuales han sostenido de manera sistemática que, sólo a través de la negociación y los acuerdos, lograremos la normalización de Venezuela y ofrecer soluciones viables a la profunda crisis.
Reitero la invitación al presidente de la AN, el diputado Juan Guaidó, así como a los sectores radicales de la oposición a rectificar esa estrategia de confrontación que solicita injerencia extranjera y mayores sanciones para Venezuela. Le pedimos que se sumen al diálogo nacional y dejen de lado el llamado mantra propuesto a principios de 2019 debido a su rotundo fracaso, pues no se produjo el “cese de la usurpación”, tampoco un “gobierno de transición”, y mucho menos unas “elecciones presidenciales libres”.
Una sola coincidencia está presente en los sectores de oposición y se traduce en la celebración de procesos electorales, pero esto amerita que emprendamos una lucha juntos con un único norte para concretar los urgentes cambios que demanda el Poder Electoral. Eso sería lo ideal, pero si insisten en la política abstencionista, en la confrontación y en privilegiar intereses y egos personales quedarán al margen de la historia política venezolana.
Johel Orta M
@JohelOrtaM